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Feb. 8th, 2012 04:29 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
¡Las semanas en dreamwidth ya empiezan en lunes! \o/
El domingo, por fin, mis padres y mi hermana lograron adoptar una gata. Aquí la tenéis un par de horas después de entrar en casa.

Sí, el proceso de adaptación fue duro y traumático. Tócate.
Su nombre es Xena, una princesa forjada en el corazón de la batall--Oops. Mi hermana no tenía mucha idea de cómo llamarla, porque no se le ocurría ningún nombre y no le gustaba el que le pusieron en la protectora (¿Sonia? Tengo una pariente que se llama así. No hubiera sido muy buena idea), pero viendo la batalla que dio en el viaje de la protectora a casa quedó claro su carácter peleón. Además, tiene los ojos azules :D
Es un buen nombre, porque es corto, es friki y la andoba da unas coces del quince.
Conseguirla ha sido toda una odisea.
Sonia Xena es uno de esos gatos que acaban en la calle y que alguien recoge y lleva a la protectora. La protectora, por tanto, no deja adoptarlos nada más recibirlos: da un plazo de veinte días (naturales) al dueño para ir a reclamarlo.
Sin embargo, algunos gatos, especialmente los que son más hogareños, no suelen llevar bien el tema de pasar de vivir en una casa a vivir en una gatera con decenas de otros gatos; así que la protectora tiene montado un sistema de acogida por el cuál una familia puede acoger en su casa un gato mientras no pasen esos 20 días. Una vez pasados, pueden decidir quedarse el gato (si no lo han reclamado) o devolverlo a la gatera.
El primer domingo después de Reyes fuimos a intentar adoptar una gata persa que nadie había acogido y tenía pinta que los dueños no iban a reclamar. Era monérrima, tranquilérrima y culérrima. En serio, la apodamos J.Lo por algo. Así que preventivamente la acogimos como pre-adopción, y si nadie la reclamaba en una semana, que era el tiempo que faltaba para llegar a los 20 días desde que entró en la protectora, podríamos adoptarla y pasaría a ser de mi hermana.
Pero justo el día antes de caducar la ventana de gracia, el anterior dueño se presentó en la protectora y montó un pollo ("Dadme a mi gata, que mi hijo me la pide cada día", "no voy a pagar una mierda, si le habéis puesto el chip y vacunado es cosa vuestra", "ya he estado en la cárcel y no me importaría volver a estar. Dadme a mi gata ahora."), así que tuvimos que devolverla.
Hace tres semanas volvimos a intentarlo. Mi hermana tenía a Sonia vista de la web e iba con ganas de adoptarla, pero una familia la había acogido en casa porque no se estaba adaptando bien a la comuna gatuna.
Por suerte, esa familia no la acogió con intenciones de adoptarla, sino que es una de esas familias que acoge gatos durante un tiempo hasta que se encuentran bien o empieza su plazo de adopción. Así que aunque ahora no estuviera en la protectora, si nadie la reclamaba en dos semanas podríamos adoptarla.
Y la semana pasada vencieron los 20 días, la familia de acogida la devolvió a la protectora y mis padres y mi hermana fueron a adoptarla. Y entonces la rebautizaron como Xena y se la llevaron en casa, donde se ha adaptado estupendamente y trota por los pasillos y dormita en el sofá.
Xena es bastante grande, pero está muy delgada. Pesa sólo cuatro kilos, lo cuál me parece muy poco para el tamaño que tiene. Es afable, ronronea con tan sólo mirarla y no es muy fan de que la cojas, pero se deja hacer.
Mis padres están encantados, y mi hermana por fin tiene un gato.
¿Su siguiente batalla? Un mini xD
El domingo, por fin, mis padres y mi hermana lograron adoptar una gata. Aquí la tenéis un par de horas después de entrar en casa.

Sí, el proceso de adaptación fue duro y traumático. Tócate.
Su nombre es Xena, una princesa forjada en el corazón de la batall--Oops. Mi hermana no tenía mucha idea de cómo llamarla, porque no se le ocurría ningún nombre y no le gustaba el que le pusieron en la protectora (¿Sonia? Tengo una pariente que se llama así. No hubiera sido muy buena idea), pero viendo la batalla que dio en el viaje de la protectora a casa quedó claro su carácter peleón. Además, tiene los ojos azules :D
Es un buen nombre, porque es corto, es friki y la andoba da unas coces del quince.
Conseguirla ha sido toda una odisea.
Sin embargo, algunos gatos, especialmente los que son más hogareños, no suelen llevar bien el tema de pasar de vivir en una casa a vivir en una gatera con decenas de otros gatos; así que la protectora tiene montado un sistema de acogida por el cuál una familia puede acoger en su casa un gato mientras no pasen esos 20 días. Una vez pasados, pueden decidir quedarse el gato (si no lo han reclamado) o devolverlo a la gatera.
El primer domingo después de Reyes fuimos a intentar adoptar una gata persa que nadie había acogido y tenía pinta que los dueños no iban a reclamar. Era monérrima, tranquilérrima y culérrima. En serio, la apodamos J.Lo por algo. Así que preventivamente la acogimos como pre-adopción, y si nadie la reclamaba en una semana, que era el tiempo que faltaba para llegar a los 20 días desde que entró en la protectora, podríamos adoptarla y pasaría a ser de mi hermana.
Pero justo el día antes de caducar la ventana de gracia, el anterior dueño se presentó en la protectora y montó un pollo ("Dadme a mi gata, que mi hijo me la pide cada día", "no voy a pagar una mierda, si le habéis puesto el chip y vacunado es cosa vuestra", "ya he estado en la cárcel y no me importaría volver a estar. Dadme a mi gata ahora."), así que tuvimos que devolverla.
Hace tres semanas volvimos a intentarlo. Mi hermana tenía a Sonia vista de la web e iba con ganas de adoptarla, pero una familia la había acogido en casa porque no se estaba adaptando bien a la comuna gatuna.
Por suerte, esa familia no la acogió con intenciones de adoptarla, sino que es una de esas familias que acoge gatos durante un tiempo hasta que se encuentran bien o empieza su plazo de adopción. Así que aunque ahora no estuviera en la protectora, si nadie la reclamaba en dos semanas podríamos adoptarla.
Y la semana pasada vencieron los 20 días, la familia de acogida la devolvió a la protectora y mis padres y mi hermana fueron a adoptarla. Y entonces la rebautizaron como Xena y se la llevaron en casa, donde se ha adaptado estupendamente y trota por los pasillos y dormita en el sofá.
Xena es bastante grande, pero está muy delgada. Pesa sólo cuatro kilos, lo cuál me parece muy poco para el tamaño que tiene. Es afable, ronronea con tan sólo mirarla y no es muy fan de que la cojas, pero se deja hacer.
Mis padres están encantados, y mi hermana por fin tiene un gato.
¿Su siguiente batalla? Un mini xD