compartiendo cocina

Mis padres se han liado la manta a la cabeza y han empezado a reformar su casa.

Ya hace años que mi madre estaba con ese comecome interior de renovar la cocina, y ahora que hay una segunda casa en la familia (mi piso) y que se ha alineado la mitad del Universo conocido, ha encontrado una oportuna ventana que ha aprovechado. Y como ya que uno se pone, es mejor ponerse para mucho que para poco, tanto mi madre como mi padre se han lanzado a reformar también los dos baños.

Vamos, que van a darle un meneo a la casa de narices.

Ayer empezaron las obras en la cocina y uno de los baños, así que mi familia ahora viene a mi casa para cocinar y comer :D Aún no ha quedado claro si mi madre vendrá por la mañana, cuando yo ya me haya ido, para hacer la comida y luego mi padre y mi hermana a la hora de comer; o si mi madre preparará la comida el día antes por la tarde, cuando yo ya esté pululando por el piso. Esta es una de esas cosas que con el tiempo se irá viendo.

Menos mal que han decidido no paralelizar la reforma de los baños, porque pasar de dos baños a cero y tener que migrar dos manzanas para una visita al mingitorio es un poco bestia. Así que mientras reforman la cocina están haciendo uno de los baños, y el segundo no lo empezarán hasta que el primero esté terminado y operativo.

Calculan que más o menos en dos semanas la cocina estará lista y podrán volver a comer en casa, y si todo va bien el primer baño también terminará entonces y podrán dedicarse al segundo.
Mientras tanto, voy a tener invitados cada día :D