a veces es mejor no pensar, en serio
May. 16th, 2012 07:20 pmCuando me compré el piso, una de las primeras cosas que hizo mi padre fue echarme una mano con el cambio de titularidad de la luz y el agua. Como suelen tramitarse en horarios de oficina, y yo a esas horas estoy trabajando, y no es que mi empresa te dé días de asuntos propios para hacer este tipo de gestiones (ni permisos. Si quieres ajustar papeles, coge vacaciones. A ver si te has creído que eres funcionario), decidió encargarse él.
Además, siendo ex-empleado de Endesa, aprovechó para hacer algo más cuando tocó darme de alta como titular del contrato.
Lo primero que hizo fue cambiar lo que tenía contratado, porque 9,2 era mucho para lo que una persona sola suele consumir en un piso de reducidas dimensiones como es el mío.
Lo segundo fue pedir un contador digital.
La gracia del contador que pidió poner es que podían hacerse lecturas remotas. Lo que significa que no tendrían que hacer estimaciones absurdas cada dos meses.
A los tres meses me di cuenta que eso de hacer lecturas remotas no les molaba nada. ¿Para qué gastar tiempo en hacer una lectura real si puedes hacer una lectura estimada y cascarle cien euros a un cliente nuevo? Vamos, el chungo que me dio fue pequeño.
Así que cogí por costumbre enviar la lectura vía endesaonline.com a mediados de mes. Aún y así, los campeones de vez en cuando me han colado una lectura estimada inexplicable. Si en las últimas cinco facturas de lecturas reales has visto que se consumen alrededor de 100kW, ¿cómo leches estimas una lectura de 300kW? Con dos cojones, así estimas una lectura así.
Claro, luego tienes una o dos lecturas más, reales, que te salen a devolver, pero el dinero te ha dado intereses a tí, no al cliente. Eh, dos cojones.
El mes pasado recibí una carta de Endesa donde me decían que ahora estaban cambiando todos los contadores de todo el mundo para poder hacer lecturas remotas. En mi inocencia, creí que el mío no haría falta tocarlo, porque ya se cambió con ese objetivo en mente.
Pero estaba equivocado, porque me lo han cambiado. Hace una semana recibí una carta notificándome el cambio de contador. Y hoy, que he abierto el armario de contadores para enviar la lectura (algo tarde, lo sé), me he topado con un nuevo contador. Efectivamente, me lo han cambiado. Y éste es más grande y feo que el anterior.
¿Lo mejor? En la carta decían que de momento no van a hacer lecturas reales remotas cada mes, que van a seguir haciendo lecturas estimadas por un tiempo.
CON DOS COJONES BIEN GORDOS.
Además, siendo ex-empleado de Endesa, aprovechó para hacer algo más cuando tocó darme de alta como titular del contrato.
Lo primero que hizo fue cambiar lo que tenía contratado, porque 9,2 era mucho para lo que una persona sola suele consumir en un piso de reducidas dimensiones como es el mío.
Lo segundo fue pedir un contador digital.
La gracia del contador que pidió poner es que podían hacerse lecturas remotas. Lo que significa que no tendrían que hacer estimaciones absurdas cada dos meses.
A los tres meses me di cuenta que eso de hacer lecturas remotas no les molaba nada. ¿Para qué gastar tiempo en hacer una lectura real si puedes hacer una lectura estimada y cascarle cien euros a un cliente nuevo? Vamos, el chungo que me dio fue pequeño.
Así que cogí por costumbre enviar la lectura vía endesaonline.com a mediados de mes. Aún y así, los campeones de vez en cuando me han colado una lectura estimada inexplicable. Si en las últimas cinco facturas de lecturas reales has visto que se consumen alrededor de 100kW, ¿cómo leches estimas una lectura de 300kW? Con dos cojones, así estimas una lectura así.
Claro, luego tienes una o dos lecturas más, reales, que te salen a devolver, pero el dinero te ha dado intereses a tí, no al cliente. Eh, dos cojones.
El mes pasado recibí una carta de Endesa donde me decían que ahora estaban cambiando todos los contadores de todo el mundo para poder hacer lecturas remotas. En mi inocencia, creí que el mío no haría falta tocarlo, porque ya se cambió con ese objetivo en mente.
Pero estaba equivocado, porque me lo han cambiado. Hace una semana recibí una carta notificándome el cambio de contador. Y hoy, que he abierto el armario de contadores para enviar la lectura (algo tarde, lo sé), me he topado con un nuevo contador. Efectivamente, me lo han cambiado. Y éste es más grande y feo que el anterior.
¿Lo mejor? En la carta decían que de momento no van a hacer lecturas reales remotas cada mes, que van a seguir haciendo lecturas estimadas por un tiempo.
CON DOS COJONES BIEN GORDOS.