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todo compensa por hacer un Prometheus
Aug. 6th, 2012 06:20 pmEsta noche ha habido tormenta. De lo que me he enterado cuando ha sonado el despertador y me he levantado gritando "¡¿qué es ese ruido, qué es ese ruido?!". (Lo que hacen dos semanas de no mirar el despertador siquiera.) Cuando el susto del timbrazo ha pasado y me he despertado de verdad (porque una cosa es que pares el despertador, y otra cosa es que te despiertes) el sonido de la lluvia azotando las ventanas ha llenado la habitación.
No ha llovido mucho desde que me he independizado (en general, no ha llovido mucho en los últimos años. O esa es la impresión que tengo), así que el sonido de la lluvia sigue sonándome extraño en mi piso. Estoy muy acostumbrado a escucharlo en el techo y delante de mí, de cuando vivía en casa de mis padres. Pero ahora viene sólo de un lado, justo del lado donde en casa de mis padres había una pared, y aún me descoloca mucho escuchar llover cuando me despierto. No sé si es por falta de costumbre o porque estoy más p'alla que p'acá cuando mi cabeza toca la almohada (no podemos descartar nada, sinceramente), pero es lo que hay.
Y, oye, llovía con ganas, esta mañana. Pero con ganas, ganas. Gotas bien gordas y truenos potentes. Si hubiera levantado las persianas seguro que hasta algún rayo habría visto. O casi-visto, porque hoy me he levantado con sueño. Pero no por dormir mal, sino porque ayer se me fue la pinza y no me acosté hasta las doce. Que es lo peor que puedes hacer la noche antes de volver al trabajo.
Por suerte, el domingo fuimos con la troupe a Port Aventura. No estaba yo muy católico (mi autoestima se fue de vacaciones con mi motivación, aparentemente), pero el madrugón me sirvió de práctica.
Más o menos, porque el despertador hoy me ha asustado igual. Y tampoco me sirvió para acostarme temprano ayer. Y de hecho casi fue peor, porque acabé cansado, desmoralizado y acostándome tarde habiéndome levantado muy temprano.
Hmm, quizá debería eliminar ese "Por suerte"...
A media mañana, por eso, ni lluvia ni nubes. Un sol, un cielo azul, una gozosidad veranil... Me alegro por los que empiezan vacaciones, que es una perrería si tienes planes.
No ha llovido mucho desde que me he independizado (en general, no ha llovido mucho en los últimos años. O esa es la impresión que tengo), así que el sonido de la lluvia sigue sonándome extraño en mi piso. Estoy muy acostumbrado a escucharlo en el techo y delante de mí, de cuando vivía en casa de mis padres. Pero ahora viene sólo de un lado, justo del lado donde en casa de mis padres había una pared, y aún me descoloca mucho escuchar llover cuando me despierto. No sé si es por falta de costumbre o porque estoy más p'alla que p'acá cuando mi cabeza toca la almohada (no podemos descartar nada, sinceramente), pero es lo que hay.
Y, oye, llovía con ganas, esta mañana. Pero con ganas, ganas. Gotas bien gordas y truenos potentes. Si hubiera levantado las persianas seguro que hasta algún rayo habría visto. O casi-visto, porque hoy me he levantado con sueño. Pero no por dormir mal, sino porque ayer se me fue la pinza y no me acosté hasta las doce. Que es lo peor que puedes hacer la noche antes de volver al trabajo.
Por suerte, el domingo fuimos con la troupe a Port Aventura. No estaba yo muy católico (mi autoestima se fue de vacaciones con mi motivación, aparentemente), pero el madrugón me sirvió de práctica.
Más o menos, porque el despertador hoy me ha asustado igual. Y tampoco me sirvió para acostarme temprano ayer. Y de hecho casi fue peor, porque acabé cansado, desmoralizado y acostándome tarde habiéndome levantado muy temprano.
Hmm, quizá debería eliminar ese "Por suerte"...
A media mañana, por eso, ni lluvia ni nubes. Un sol, un cielo azul, una gozosidad veranil... Me alegro por los que empiezan vacaciones, que es una perrería si tienes planes.
