levantar cabeza está sobrevalorado
May. 13th, 2015 12:19 pmEl jueves pasado una de las chicas de bollywood estaba bastante resfriada, pero como es una valiente vino a clase. Y creo que lo que sea que tenía lo he acabado pillando.
El sábado por la noche me dolía la garganta, pero lo atribuí a que había pasado el día con mi hermana, jugando a videojuegos y haciendo el monguer en general (sí, tenemos 33 y 24 años, pero el concepto de madurez nos elude), y a que había hablado mucho y forzado la garganta (Mario Kart es capaz de sacar lo peor de la gente, en mi caso o sale el orco que llevo dentro o me sale la voz de pito petatímpanos que creía desaparecida años atrás).
El domingo, durante mi orgía lectora, tenía la piel más caliente de lo normal. Creía que era cosa de estar al Sol, siendo algo poco frecuente en mí estos últimos años, aunque la sensación parecía más febril o enfermedad. Vamos, que la temperatura venía de dentro y no de fuera. Pero no le di importancia.
El lunes estuve un poquito chof, pero lo relacioné más con mi habitual ánimo de mierda que no con un problema de salud.
Correr siempre ayuda cuando estoy resfriado, y como tocaba sesión de gimnasio monitorizada y cardio después, no acabé mal el día.
Ahora, ayer estuve tan mal que cancelé todos mis planes post-trabajo (básicamente no ir al gimnasio). Y hoy estoy como una sopa. Moqueando muy fuerte, con la garganta cargada... Vamos, con lo que se conoce como una galipandria.
Estoy estudiando mis posibilidades para esta tarde, no tengo claro si voy a poder ir al gimnasio. No es plan de ponerse a correr si no puedo respirar por la nariz. Aunque, como decía antes, correr me suele ir bien. No sé si es que me regula la temperatura y el cuerpo se pone las pilas con los fluídos y la cosa cuadra, pero normalmente me viene bien.
Otra cosa es si tengo el cuerpo para carreras.
El sábado por la noche me dolía la garganta, pero lo atribuí a que había pasado el día con mi hermana, jugando a videojuegos y haciendo el monguer en general (sí, tenemos 33 y 24 años, pero el concepto de madurez nos elude), y a que había hablado mucho y forzado la garganta (Mario Kart es capaz de sacar lo peor de la gente, en mi caso o sale el orco que llevo dentro o me sale la voz de pito petatímpanos que creía desaparecida años atrás).
El domingo, durante mi orgía lectora, tenía la piel más caliente de lo normal. Creía que era cosa de estar al Sol, siendo algo poco frecuente en mí estos últimos años, aunque la sensación parecía más febril o enfermedad. Vamos, que la temperatura venía de dentro y no de fuera. Pero no le di importancia.
El lunes estuve un poquito chof, pero lo relacioné más con mi habitual ánimo de mierda que no con un problema de salud.
Correr siempre ayuda cuando estoy resfriado, y como tocaba sesión de gimnasio monitorizada y cardio después, no acabé mal el día.
Ahora, ayer estuve tan mal que cancelé todos mis planes post-trabajo (básicamente no ir al gimnasio). Y hoy estoy como una sopa. Moqueando muy fuerte, con la garganta cargada... Vamos, con lo que se conoce como una galipandria.
Estoy estudiando mis posibilidades para esta tarde, no tengo claro si voy a poder ir al gimnasio. No es plan de ponerse a correr si no puedo respirar por la nariz. Aunque, como decía antes, correr me suele ir bien. No sé si es que me regula la temperatura y el cuerpo se pone las pilas con los fluídos y la cosa cuadra, pero normalmente me viene bien.
Otra cosa es si tengo el cuerpo para carreras.