dormido

Hoy el mundo se siente dormido.

Me he levantado a la hora de siempre, he salido de casa a la hora de siempre, he cogido el tren de siempre, y he hecho los transbordos de siempre. Y siempre que he estado andando por la calle, la impresión que me he llevado es que el mundo está dormido.

El tren y el metro iban igual de cargados de gente que otros días, per en la calle todo estaba mucho más tranquilo de lo habitual. Durante varios momentos el contraste con otros días ha sido tal que me ha hecho dudar del día y hora que era, tal era el contraste con ayer mismo.

Eso sí, un frío que hacía esta madrugada, Santa Vaca.

Sigo, aún después de todos estos días, dándole vueltas a adoptar a la gata negra que vimos cuando Saber pasó a ser miembro de nuestra familia.
En realidad no sé si podría hacerme con ella. No sé si alguien la ha adoptado ya. Por lo que no sé si podría adoptarla. Pero me gustaría.
Y entonces me da miedo. Porque, ¿y si es cierto que paso demasiadas horas fuera de casa? Siendo mi piso tan pequeño, ¿no acabaría desquiciada sola tanto tiempo? ¿Podría realmente responsabilizarme de otro ser vivo y cuidarlo como se merece? ¿Y si le sale carácter y me lo araña todo? ¿Desde cuándo me importa que me arañen el sofá, las puertas o los muebles? ¿Y si se atraganta con una pieza de algunas figuritas? ¿Y si se electrocuta mordiendo cables?

Y vuelta a empezar. "No", me digo, "no es el momento". La última vez que lo dije tomé la decisión de "cuando tenga el carné de conducir y un coche, que pueda ir y volver del trabajo en media hora, me lo pienso". Pero no es que esté precisamente moviéndome para sacarme el carné (otra fuente de miedos, el conducir), así que es un prerrequisito estúpida.

La canción del día, en bucle extendido: Atelier Rorona.