domingo de resolución
Mar. 7th, 2010 09:16 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png){kind=small}
sam_blueskyNo hay nada como resolver un problema para sentirte liberado. ¡Oh, qué placer subyugar a las ecuaciones y demostrarles quién es su amo!
(Say it! SAY IT!!)
Hoy hemos ido a casa de mi prima, a celebrar el cumpleaños de su hija / mi prima-sobrina (seguro que hay un nombre estrafalario para este rango de parentesco), y al final de la tarde la chiquilla ha saltado con unas dudas de matemáticas. Y al final me he tenido que meter yo de por medio, porque si no hago de Jueves no me quedo tranquilo.
Y vale que ha costado un poco más de lo que debería, pero he conseguido romper el sistema. Otros dirían solventar, pero en realidad lo he roto: como no podía plantearlo bien, he buscado la solución a base de fuerza bruta. Esto es, probar combinaciones hasta acertar. Una vez tienes la solución, replantear el problema y dar con el sistema correcto es mucho más fácil.
Es por eso que nunca me han gustado los problemas donde no te dan un sistema de ecuaciones, sino que te lo tienes que buscar tú mismo. Sobre todo cuando llegas con el problema a medio plantear por otra persona y tomas eso como punto de partida válido. Ah, la crítica de lo establecido, qué mal la llevo.
(Y sí, me siento absurdamente orgulloso de haberlo resuelto. Qué pasa.)
En fin.
Aparte, la tarde también me ha servido para encontrarle el lado positivo a un revés que intento superar desde el jueves. O, al menos, para intentar darle la vuelta y tomármelo mejor, en lugar de llevarme a ese punto emocional sin retorno en el que Rhythmbox sólo puede reproducir canciones ñoñas. Una vez caes en ese pozo, cuesta mucho salir.
¡Pero! Si logro mantener este enfoque, creo que lograré enfrentarme con mejor humor al problema. Y, con suerte, dejar descansar a Celine Dion y Mariah Carey.
(Say it! SAY IT!!)
Hoy hemos ido a casa de mi prima, a celebrar el cumpleaños de su hija / mi prima-sobrina (seguro que hay un nombre estrafalario para este rango de parentesco), y al final de la tarde la chiquilla ha saltado con unas dudas de matemáticas. Y al final me he tenido que meter yo de por medio, porque si no hago de Jueves no me quedo tranquilo.
Y vale que ha costado un poco más de lo que debería, pero he conseguido romper el sistema. Otros dirían solventar, pero en realidad lo he roto: como no podía plantearlo bien, he buscado la solución a base de fuerza bruta. Esto es, probar combinaciones hasta acertar. Una vez tienes la solución, replantear el problema y dar con el sistema correcto es mucho más fácil.
Es por eso que nunca me han gustado los problemas donde no te dan un sistema de ecuaciones, sino que te lo tienes que buscar tú mismo. Sobre todo cuando llegas con el problema a medio plantear por otra persona y tomas eso como punto de partida válido. Ah, la crítica de lo establecido, qué mal la llevo.
(Y sí, me siento absurdamente orgulloso de haberlo resuelto. Qué pasa.)
En fin.
Aparte, la tarde también me ha servido para encontrarle el lado positivo a un revés que intento superar desde el jueves. O, al menos, para intentar darle la vuelta y tomármelo mejor, en lugar de llevarme a ese punto emocional sin retorno en el que Rhythmbox sólo puede reproducir canciones ñoñas. Una vez caes en ese pozo, cuesta mucho salir.
¡Pero! Si logro mantener este enfoque, creo que lograré enfrentarme con mejor humor al problema. Y, con suerte, dejar descansar a Celine Dion y Mariah Carey.
