(no subject)
Mar. 30th, 2016 09:43 am![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Cuando estoy más de tres días sin afeitarme, me entra la paranoia. Me toco constantemente la barba, me la rasco, me la palpo... Y empiezan los olores. Ayer y hoy tengo la horrible sensación que la barba me huele a cebolla.
Ayer pensé que era el gimnasio el que olía a cebolla, porque hasta que no estuve allí no me empezó el olor constante a atosigar. Pero hoy aún perdura, así que estoy absurdamente convencido que viene de mi barba. Y claro, asco. No porque me disguste la cebolla, sino porque no puedo dejar de pensar que huele mal y que molesta. Y eso dispara los picores de la barba, con lo que me la toco más y seguramente eso empeora la situación.
En otro orden de cosas, el dolor en la espalda, ese que se dispara cuando inclino la cabeza hacia la derecha, sigue presente. Es más suave, y ya he recuperado gran parte de la movilidad en esa dirección sin provocar punzadas terribles, pero sigue ahí. Esperaba a estas alturas haberlo superado, pero se ve que va a costar.
Lo bueno es que no me molesta en el gimnasio, así que tengo fe que podré bailar este domingo sin sufrir.
En un alarde de genialidad, esta mañana he decidido llevar los tejanos nuevos sin cinturón. GRAN ERROR. Suerte que me paso la mayoría del tiempo sentado, porque si tuviera que estar andando acabaría con los pantalones en los tobillos.
Mi cuerpo. Ugh.
Ayer pensé que era el gimnasio el que olía a cebolla, porque hasta que no estuve allí no me empezó el olor constante a atosigar. Pero hoy aún perdura, así que estoy absurdamente convencido que viene de mi barba. Y claro, asco. No porque me disguste la cebolla, sino porque no puedo dejar de pensar que huele mal y que molesta. Y eso dispara los picores de la barba, con lo que me la toco más y seguramente eso empeora la situación.
En otro orden de cosas, el dolor en la espalda, ese que se dispara cuando inclino la cabeza hacia la derecha, sigue presente. Es más suave, y ya he recuperado gran parte de la movilidad en esa dirección sin provocar punzadas terribles, pero sigue ahí. Esperaba a estas alturas haberlo superado, pero se ve que va a costar.
Lo bueno es que no me molesta en el gimnasio, así que tengo fe que podré bailar este domingo sin sufrir.
En un alarde de genialidad, esta mañana he decidido llevar los tejanos nuevos sin cinturón. GRAN ERROR. Suerte que me paso la mayoría del tiempo sentado, porque si tuviera que estar andando acabaría con los pantalones en los tobillos.
Mi cuerpo. Ugh.