¡usa el pedal!
Jul. 20th, 2009 06:25 pmAh, qué recuerdos cuando Arashi me enseñaba a torturar mis congéneres frikis tocar "El jardín luminoso" (de Utena) en el piano del Centro Cívico de Cerdanyola durante las reuniones de Abraxas.
Este fin de semana ha sido finde de frikitroupe. Que ya tocaba. Entre una cosa y otra siempre acabo no-yendo a las excursiones y los eventos que organizamos. Soy caro de ver :p
El sábado después de comer Arashi e Ismael me secuestraron y me llevaron a casa de ella, donde me presentaron al nuevo miembro de la familia: un piano de pared de 1912 que ha heredado recientemente de su abuela.
QUÉ PIANO.
Suena de miedo, y no sólo porque suene muy bien, sino porque es POTENTE. Lo tienen encajado en un recóndito lugar de la casa, así que no molesta a nadie cuando Arashi ensaya. Y es una suerte, porque suena mucho. Aunque es una lástima, porque la gente que pasa por la calle no podrá pararse a escuchar el piano (nota: yo suelo hacerlo. Espero no quedar como un friki enfermo :p).
¡Y no sólo es un piano! Tiene un mecanismo pedaleante que permite tocar rollos de música. Va por un sistema de fuelles, y según las perforaciones que se encuentre en el rollo de papel, toca una nota u otra. Oooh! No sólo escuchas música, sino que haces piernas! Claro que no veo yo a mucha gente haciendo spinning al ritmo de Beethoven :p
(Bueno, una de las profesoras del gym tenía alguna que orta, en versión tumpa-chumpa, metida en el megamix de la clase de spinning).
Y una vez hubo terminado la demostración (léase: Arashi se cansó de pedalear :p), llegó uno de los platos fuertes del día: ver cuánto recordaba de "El jardín luminoso".
Para mi vergüenza y deshonor, he de decir que recordaba menos de lo que creía recordar de la canción. La mano izquierda (que sólo tocaba tres notas cada 4/4 y ni tan sólo a la vez) no sabía donde ponerla, y la derecha se encalló antes de lo que debería. Me aprendí de memoria mal las notas, y donde era un fa puse un sol. Al final Arashi (sin abanico de papel gigante de por medio :p) me corrigió y llegamos al final de lo que aprendí (que tampoco fue mucho). Tuvimos que usar más de tres intentos, eso sí.
(No diré nada de su pasión por los libros de Twilight :p)
Después fuimos a cenar con el resto de la frikitroupe al Kebab. Es una tradición: cada vez que quedamos y comemos por Cerdanyola, vamos al mismo shawarma.
Y después a la Mostra de Dansa, que estuvo muy, muy bien. El tiempo de espera, incluso con el habitual retraso que siempre suceden en estos eventos, se hizo un poco largo, eso no vamos a negarlo. Los casques de los altavoces en algunos momentos apoteósicos nos dieron nuestras risotadas, eso es cierto.
Un fin de semana tranquilo, que con una semana como la que tuve me venía de gusto.
El domingo me lo pasé enchufándome película tras película. ¿Cuáles? Ah, eso lo sabréis después de la publicidad :p
Este fin de semana ha sido finde de frikitroupe. Que ya tocaba. Entre una cosa y otra siempre acabo no-yendo a las excursiones y los eventos que organizamos. Soy caro de ver :p
El sábado después de comer Arashi e Ismael me secuestraron y me llevaron a casa de ella, donde me presentaron al nuevo miembro de la familia: un piano de pared de 1912 que ha heredado recientemente de su abuela.
QUÉ PIANO.
Suena de miedo, y no sólo porque suene muy bien, sino porque es POTENTE. Lo tienen encajado en un recóndito lugar de la casa, así que no molesta a nadie cuando Arashi ensaya. Y es una suerte, porque suena mucho. Aunque es una lástima, porque la gente que pasa por la calle no podrá pararse a escuchar el piano (nota: yo suelo hacerlo. Espero no quedar como un friki enfermo :p).
¡Y no sólo es un piano! Tiene un mecanismo pedaleante que permite tocar rollos de música. Va por un sistema de fuelles, y según las perforaciones que se encuentre en el rollo de papel, toca una nota u otra. Oooh! No sólo escuchas música, sino que haces piernas! Claro que no veo yo a mucha gente haciendo spinning al ritmo de Beethoven :p
(Bueno, una de las profesoras del gym tenía alguna que orta, en versión tumpa-chumpa, metida en el megamix de la clase de spinning).
Y una vez hubo terminado la demostración (léase: Arashi se cansó de pedalear :p), llegó uno de los platos fuertes del día: ver cuánto recordaba de "El jardín luminoso".
Para mi vergüenza y deshonor, he de decir que recordaba menos de lo que creía recordar de la canción. La mano izquierda (que sólo tocaba tres notas cada 4/4 y ni tan sólo a la vez) no sabía donde ponerla, y la derecha se encalló antes de lo que debería. Me aprendí de memoria mal las notas, y donde era un fa puse un sol. Al final Arashi (sin abanico de papel gigante de por medio :p) me corrigió y llegamos al final de lo que aprendí (que tampoco fue mucho). Tuvimos que usar más de tres intentos, eso sí.
(No diré nada de su pasión por los libros de Twilight :p)
Después fuimos a cenar con el resto de la frikitroupe al Kebab. Es una tradición: cada vez que quedamos y comemos por Cerdanyola, vamos al mismo shawarma.
Y después a la Mostra de Dansa, que estuvo muy, muy bien. El tiempo de espera, incluso con el habitual retraso que siempre suceden en estos eventos, se hizo un poco largo, eso no vamos a negarlo. Los casques de los altavoces en algunos momentos apoteósicos nos dieron nuestras risotadas, eso es cierto.
Un fin de semana tranquilo, que con una semana como la que tuve me venía de gusto.
El domingo me lo pasé enchufándome película tras película. ¿Cuáles? Ah, eso lo sabréis después de la publicidad :p