fin de semana pasada: review
May. 20th, 2015 04:06 pmHablemos del fin de semana, porque estamos a miércoles y se me va a caducar a este paso. El fin de semana pasado, quiero decir.
El sábado fue el día estresante que supuse, resultando en la cantidad de decepciones que supuse. Llegué tarde al encuentro con la troupe pese a que opté por no hacer algunas de las cosas que tenía que hacer antes de comprar. Me retrasé en la tetería porque había gente (algo que nunca pasa cuando tengo que ir a comprar), y la dependienta se lo estaba tomando con calma (cosa que tampoco me parece mal, no tiene que doblarse a mi voluntad o mis compromisos sociales); por suerte todo el mundo se retrasó así que no importó demasiado.
El problema que trajo el retraso es que arrancamos más tarde de lo habitual, y una vez factorizas el factor churrumbeles (que duplica el tiempo de arranque o el tiempo en que se tarda en hacer cualquier cosa cuando tienes un hijo) significa que a la hora en que tenía que irme aún estábamos reuniendo gente y preparándonos para salir a visitar Medievalia. Así que me alargué demasiado con la troupe, y salí con diez minutos de retraso hacia la parada del bus que me llevaría con los masieros.
De hecho, cargando con un molde de bizcocho de 28cms y su correspondiente tapa de plástico, y con un plato de cristal de al menos 32cm de diámetro, tuve que correr la mitad del camino compitiendo con el autobús para llegar a tiempo y no quedarme tirado. Habría sido horrible perder el bus y quedarme en tierra, porque la combinación de tren para ir a Mollet es una mierda desde mi ciudad, así que hubiera llegado también tarde a ver a los masieros.
Por suerte después de un viaje tranquilo en bus (gracias a todo el cardio que hago por prepararme para semejante carrera) y de un ratiño a la sombra para leer, me econtré con los masieros.
Ah, ¿comer? Obviamente no pude comer, y no me puedo permitir comer fuera, así que tuve que tirar de un bocadillo, el melón de la merienda y bastante fuerza de voluntad para no picar de las patatitas que iban sacando a lo largo de la tarde.
Que estuvo bastante bien, pero siempre me pone nervioso jugar a rol, por lo que tampoco es que lo disfrutara del todo.
Por supuesto, salí de Mollet casi a las nueve, por lo que me perdí la actuación del centro de Bollywood en Medievalia, con lo cuál tampoco pude ir a verlos. Genial.
El domingo no empezó demasiado bien, tuve que quedarme tirado en la cama hasta media mañana porque directamente mi cuerpo no respondía. Después me puse a hacer cosas por casa y llegué casi a las tres a casa de mis padres y ya pensaban que me había olvidado que iba a comer allí y se pusieron nerviosos.
Tuve oportunidad de redimir el fallo del sábado con el centro yendo el domingo a ver la segunda actuación de Bollywood en Medievalia, pero nos enzarzamos con una doble sesión de Los Juegos del Hambre: Sinsajo parte 1 y Interstellar y salí de casa de mis padres a las nueve y cuarto de la noche. Así que no, tampoco Bollywood.
Y así terminó mi fin de semana, acostándome tarde preparando los tuppers para el lunes.
El sábado fue el día estresante que supuse, resultando en la cantidad de decepciones que supuse. Llegué tarde al encuentro con la troupe pese a que opté por no hacer algunas de las cosas que tenía que hacer antes de comprar. Me retrasé en la tetería porque había gente (algo que nunca pasa cuando tengo que ir a comprar), y la dependienta se lo estaba tomando con calma (cosa que tampoco me parece mal, no tiene que doblarse a mi voluntad o mis compromisos sociales); por suerte todo el mundo se retrasó así que no importó demasiado.
El problema que trajo el retraso es que arrancamos más tarde de lo habitual, y una vez factorizas el factor churrumbeles (que duplica el tiempo de arranque o el tiempo en que se tarda en hacer cualquier cosa cuando tienes un hijo) significa que a la hora en que tenía que irme aún estábamos reuniendo gente y preparándonos para salir a visitar Medievalia. Así que me alargué demasiado con la troupe, y salí con diez minutos de retraso hacia la parada del bus que me llevaría con los masieros.
De hecho, cargando con un molde de bizcocho de 28cms y su correspondiente tapa de plástico, y con un plato de cristal de al menos 32cm de diámetro, tuve que correr la mitad del camino compitiendo con el autobús para llegar a tiempo y no quedarme tirado. Habría sido horrible perder el bus y quedarme en tierra, porque la combinación de tren para ir a Mollet es una mierda desde mi ciudad, así que hubiera llegado también tarde a ver a los masieros.
Por suerte después de un viaje tranquilo en bus (gracias a todo el cardio que hago por prepararme para semejante carrera) y de un ratiño a la sombra para leer, me econtré con los masieros.
Ah, ¿comer? Obviamente no pude comer, y no me puedo permitir comer fuera, así que tuve que tirar de un bocadillo, el melón de la merienda y bastante fuerza de voluntad para no picar de las patatitas que iban sacando a lo largo de la tarde.
Que estuvo bastante bien, pero siempre me pone nervioso jugar a rol, por lo que tampoco es que lo disfrutara del todo.
Por supuesto, salí de Mollet casi a las nueve, por lo que me perdí la actuación del centro de Bollywood en Medievalia, con lo cuál tampoco pude ir a verlos. Genial.
El domingo no empezó demasiado bien, tuve que quedarme tirado en la cama hasta media mañana porque directamente mi cuerpo no respondía. Después me puse a hacer cosas por casa y llegué casi a las tres a casa de mis padres y ya pensaban que me había olvidado que iba a comer allí y se pusieron nerviosos.
Tuve oportunidad de redimir el fallo del sábado con el centro yendo el domingo a ver la segunda actuación de Bollywood en Medievalia, pero nos enzarzamos con una doble sesión de Los Juegos del Hambre: Sinsajo parte 1 y Interstellar y salí de casa de mis padres a las nueve y cuarto de la noche. Así que no, tampoco Bollywood.
Y así terminó mi fin de semana, acostándome tarde preparando los tuppers para el lunes.