Es curioso lo que me cuesta cumplir las cosas importantes que me propongo. En otro orden de cosas, en ocasiones veo ofertas.
Y es que si
el viernes dije, antes de ir al Saló del Cómic, que no iba a comprarme nada, pequé de inocente.
Que vale, el Saló tiene como objetivo popularizar el cómic, y yo cómic compré más bien nada. Eso sí, vi el merchandise y me lancé en barrena. Es ver precios con descuento y me hacen los ojos chiribitas.
Sí, he gastado infinitamente más de lo que esperaba; todos hemos hecho matemáticas y sabemos lo que pasa cuando comparas algo dividiéndolo por cero. Pero creedme cuando os digo que valió la pena. Oh, sí, nena...
No llevaba ni un cuarto de hora dentro cuando me topé con un stand donde tenían multitud de
Play Arts de
Final Fantasy a precios estupendosos. Pero estupendosos, estupendosos, ¿eh? Que si lo comparas con lo que te cuesta en amazon.co.uk te sale un 10% más barato. Y las obtienes de forma instantánea. Eso es... complicado de resistir.
Por suerte para mí, aunque había mucha variedad no estaba todo lo que tengo en mi lista de futuribles. Dentro de lo que cabe, el gasto fue comedido. Eh, podría haber sido peor, podrían haber tenido a Selhpie y Yuffie y Red XIII, y entonces ya sí que la hubiese liado parda.
Como nota positiva, me sorprendí siendo resistente a la seductora mirada de las figuras de las invocaciones y al atractivo aspecto de las Play Arts de Dissidia. Debe ser que necesito puntos de articulación para ponerme.
Maldita seas, SquareEnix. (Al menos ahora ya sé por qué la gente lo abrevia como Squeenix. Eso es justamente lo que hice cuando vi las figuras y esos precios:
SQUEE!!! Sí, el precio no era cosa de Squeenix, pero eso no importa ahora.)
Eso sí, que no me entere yo que dejas de fabricar estas preciosidades. Si hay algo peor que tener que comprarlas es tener que buscarlas estando descatalogadas ¬¬U
Para compensar, también me hice con un par de figurillas Marvel. Me hubiera gustado comprar a la parejita, pero no estaba Coloso, y Gambito ni está de momento en la colección de
Marvel Universe 3 3/4. Todo se andará, y seguro que encuentro alguna cosilla para entretener a la joven cruzamuros.
En el Saló, además de gastar lo que no debería gastar, había un stand para probar la 3DS. La consola es mona, pero el efecto 3D conmigo no funciona demasiado bien: me desenfoca la vista, me aparecen franjas verticales raras y me provoca una curiosa sensación de vértigo en miniatura. Es todo un logro de la tecnología, pero para las causas equivocadas en mi caso. No sé si es que no le encontré la distancia en que se convertía en algo cómodo y natural, pero a mí no me la venderán por tener 3D sin gafas.
Entiendo que es algo que no le pasa a mucha gente, ¿no? Será que mis ojos no están hechos para la 3DS. Menos mal que se puede regular y apagar por completo :D
Este año había un montón de stands publicitando las próximas películas comiqueras, lo cuál sorprende gratamente. No sólo porque ya era hora que se dieran cuenta que deben anunciarse en los lugares de concentración friki, sino porque los stands eran más que una pantalla.
En el stand de
X-Men First Class te daban un pin con la X de los X-Men. Mi hermana, que siempre piensa en mí (para bien o para mal :p), me consiguió una insignia para mí. Porsupuestamente que la llevo ya puesta; la luzco en mi maleta :D Además, había una reproducción del casco de Magneto que aparece en la nueva película. Viéndolo de cerca, se cerciora mi opinión de que young!Erik tiene un cabezón importante.
En el stand de
Transformers: the Dark of the Moon había un Chevrolet amarillo (Bumblebee).
Los que triunfaron fueron los del stand de
Thor y
Captain America: the First Avenger, que te permitían ponerte en la piel de los superhéroes sin embutirte en mallas: podías coger el escudo del Capitán América y hacerte fotos con él (también podías hacerle fotos sólo al escudo, que descansaba en un pedestal mientras nadie lo tenía entre sus frikis manos) y para hacer de Thor había un martillo reposando sobre una roca, como en la película. No, no lanzaba rayos. No, no lo probé yo, lo hicieron la multitud de críos que estaba por esas horas correteando por el Saló.
Oye, para lo poco que estuve, no sé si llegó a la hora, lo amorticé una barbaridad.