estoy de la balanza cósmica hasta...
Jun. 7th, 2012 05:07 pm¿Sabéis esos días en que no tienes ganas de nada, estás cansado, tu apatía te puede y sólo piensas en que termine todo? Hoy ha empezado así... antes de despertarme.
Ayer tuve un día bastante malo. Últimamente en el trabajo estoy excesivamente disperso y, cuando logro recuperar el foco, me encallo sobremanera. Llevo prácticamente cuatro días haciendo módulos de formularios, porque el login corporativo se me atasca y nadie sabe echarme una mano.
Pero es que al salir del trabajo la cosa no mejoró. Me tropecé subiendo las escaleras de la estación del tren de Sabadell; la clase de salsa la hice fatal (las cosas me salen muy bruscas); y para colmo volví a tropezarme con las escaleras de la estación volviendo a casa (no porque fuera en tren a salsa, sino porque al volver crucé la estación para llegar a casa. Es más corto cruzarla que rodearla, y más con las obras.) (A salsa al final fuimos varios en un coche. Los que tienen carné y vehículo se van a ir turnando cada semana, para así distribuir el gasto de la gasolina. No me parece mala idea. Aunque yo me siento deudor de más gente así. Go me.)
Por la noche, como la neurona vio que eso de tropezarme y de sentirme humillado valía mucho la pena, decidió compensar el buen rollo del sueño de ayer haciéndomelo pasar mal hoy.
( No es exactamente 'mal'. Es... otro tipo de 'mal'. )
La verdad es que después de escribirlo no parece nada del otro mundo (es de los más coherentes que he tenido estas dos semanas), pero os aseguro que me he despertado mal, hundido es poco. Quizá me estoy olvidando de la parte que realmente me hizo sentir como una mierda. Es posible.
Eso sí, lo de la anciana koreana te lo podrías haber ahorrado, subconsciente.
Ayer tuve un día bastante malo. Últimamente en el trabajo estoy excesivamente disperso y, cuando logro recuperar el foco, me encallo sobremanera. Llevo prácticamente cuatro días haciendo módulos de formularios, porque el login corporativo se me atasca y nadie sabe echarme una mano.
Pero es que al salir del trabajo la cosa no mejoró. Me tropecé subiendo las escaleras de la estación del tren de Sabadell; la clase de salsa la hice fatal (las cosas me salen muy bruscas); y para colmo volví a tropezarme con las escaleras de la estación volviendo a casa (no porque fuera en tren a salsa, sino porque al volver crucé la estación para llegar a casa. Es más corto cruzarla que rodearla, y más con las obras.) (A salsa al final fuimos varios en un coche. Los que tienen carné y vehículo se van a ir turnando cada semana, para así distribuir el gasto de la gasolina. No me parece mala idea. Aunque yo me siento deudor de más gente así. Go me.)
Por la noche, como la neurona vio que eso de tropezarme y de sentirme humillado valía mucho la pena, decidió compensar el buen rollo del sueño de ayer haciéndomelo pasar mal hoy.
( No es exactamente 'mal'. Es... otro tipo de 'mal'. )
La verdad es que después de escribirlo no parece nada del otro mundo (es de los más coherentes que he tenido estas dos semanas), pero os aseguro que me he despertado mal, hundido es poco. Quizá me estoy olvidando de la parte que realmente me hizo sentir como una mierda. Es posible.
Eso sí, lo de la anciana koreana te lo podrías haber ahorrado, subconsciente.