a pleno pulmón
Feb. 21st, 2014 04:03 pmNormalmente mis sueños me llenan de alegría. Tanto, que a veces despertarse es una pequeña decepción.
Esta semana he tenido un sueño hilarante. Obsesionado como estoy con un conjunto de canciones bastante limitado (entre ellas gran parte de la OST de Frozen), era inevitable que se acabara filtrando tanto escuchar canciones hacia mis sueños.
Empezaba de la forma más tonta, estando en la calle y empezar a cantar una de esas canciones. Porque si hay algo que suelo conseguir es contener las ganas de cantar que me dan a menudo andando por la calle. (Si no me pongo a cantar es porque no quiero que me consideren un loco ni me interesa ir por ahí reventando tímpanos y provocando inserciones de objetos punzantes en oídos propios y ajenos con tal que la gente deje de sufrir semejante tortura.)
Y continuaba de la forma más predecible y más mágica : alguien conociendo la canción y uniéndose a ella, cantando en dúo.
No hay nada mejor que experimentar ese mágico momento de un musical donde todo el mundo empieza a cantar la misma canción y la escena se convierte en un número musical improvisado.
El sueño más o menos transcurre normal (no dentro de lo que son mis sueños, sino de lo que suele ser un sueño para la mayoría del público), hasta que vuelvo a una tienda donde aparentemente no sólo se vende ropa sino que la gente se anima a cantar así porque sí lo que salta el hilo musical.
O eso pensaba, porque al llegar la tienda está toda a oscuras. Sorprendente, el negocio no ha triunfado. Pero el hilo musical sigue funcionando, así que una chica y yo cruzamos miradas, nos encogemos de hombros y nos arrancamos. No por bulerías, sino por k-pop.
Porque así son las cosas en mi cabeza.
Qué queréis que os diga, siempre he pensado que el mundo necesita más musicales espontáneos. Lo convierten en un lugar mejor.
Esta semana he tenido un sueño hilarante. Obsesionado como estoy con un conjunto de canciones bastante limitado (entre ellas gran parte de la OST de Frozen), era inevitable que se acabara filtrando tanto escuchar canciones hacia mis sueños.
Empezaba de la forma más tonta, estando en la calle y empezar a cantar una de esas canciones. Porque si hay algo que suelo conseguir es contener las ganas de cantar que me dan a menudo andando por la calle. (Si no me pongo a cantar es porque no quiero que me consideren un loco ni me interesa ir por ahí reventando tímpanos y provocando inserciones de objetos punzantes en oídos propios y ajenos con tal que la gente deje de sufrir semejante tortura.)
Y continuaba de la forma más predecible y más mágica : alguien conociendo la canción y uniéndose a ella, cantando en dúo.
No hay nada mejor que experimentar ese mágico momento de un musical donde todo el mundo empieza a cantar la misma canción y la escena se convierte en un número musical improvisado.
El sueño más o menos transcurre normal (no dentro de lo que son mis sueños, sino de lo que suele ser un sueño para la mayoría del público), hasta que vuelvo a una tienda donde aparentemente no sólo se vende ropa sino que la gente se anima a cantar así porque sí lo que salta el hilo musical.
O eso pensaba, porque al llegar la tienda está toda a oscuras. Sorprendente, el negocio no ha triunfado. Pero el hilo musical sigue funcionando, así que una chica y yo cruzamos miradas, nos encogemos de hombros y nos arrancamos. No por bulerías, sino por k-pop.
Porque así son las cosas en mi cabeza.
Qué queréis que os diga, siempre he pensado que el mundo necesita más musicales espontáneos. Lo convierten en un lugar mejor.