sí y no y a cagar

Siempre me parece paradójico que un aumento de sueldo bruto anual implique un sueldo mensual más pequeño que antes del cambio. Las retenciones son mágicas.
Y no voy a seguir pensando hasta que no reciba el desglose de la nómina de este mes porque ya tengo un día bastante mierder, gracias.

En otro orden de cosas, los preparativos para la semana que viene han salido mejor de lo esperado y, si se cumple el calendario, haré un perfect. Crucemos los dedos para que los transportistas nos sonrían.

Hoy estaba pensando en la repetición de algunos elementos en mis sueños. Está el de los dientes que se caen, el de las máquinas que funcionan aunque las apagues y desconectes y desenchufes y las rompas, el de seguir mirando algo aunque cierres los ojos o gires la cabeza... Y el de correr despacio. Oh, cómo me desespera el de correr despacio.
Es una variante que espero sea común del correr en el sitio. Lo he visto retratado en ficción, jamás lo he experimentado, y pensaba que no poderse mover era la versión común. Eso de que tienes que correr por tu vida pero por mucho que corras no avanzas, y al final acabas siendo atrapado.
En mi caso, correr sí que corro, pero siempre corro despacio. Más despacio de lo que ando. Y no tiene que ser porque esté huyendo de algo. Sencillamente porque en esa parte del sueño toque correr, o porque quiera ir un poco más rápido... Por muy rápido que mueva brazos y piernas, siempre avanzo lento. Leeeeento. Y me trae de cabeza.

Es casi tan frustrante como lo que me pasa por la cabeza cuando estoy despierto.

En fin.