cosas de madre
Jun. 7th, 2011 04:25 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Las obras en casa de mis padres avanzan a casi buen ritmo. Este fin de semana el baño que habían empezado estaba a punto de finiquitarse, a falta de ponerle el bidé y la mampara de la ducha. Eso sí, la cocina aún estaba por empezar: habían quitado unas cuantas baldosas de suelo y pared (mi madre, cuando se pone, se pone de verdad) y desmontado todos los muebles y sacado la nevera al comedor (de lo más sesentero), pero aún no habían empezado a colocar las nuevas ni montar muebles.
Así que mi madre sigue viniendo a mi casa a cocinar, como es natural. Lo que no es tan normal es lo que hace cuando termina. Imaginad que estáis hasta arriba de limpiar vuestra casa porque con tanta obra parece haberse convertido en un portal al Universo del Polvo y que tenéis que ir a casa de vuestro hijo a cocinar la comida de hoy y de mañana. ¿Qué hacéis una vez termináis?
a) volvéis a vuestra casa, aún en obras pero algo más habitable después de pasar el día anterior limpiando a fondo
b) os sentáis un poco en el sofá a descansar, dormitando opcionalmente ante la televisión
c) barréis y fregáis el piso, aunque se aspiró y fregó el día anterior
Si habéis respondido algo que no sea la tercera, lo estáis haciendo mal.
No es que no agradezca a mi madre su preocupación por la limpieza de mi piso; pero teniendo en cuenta que yo fregué el sábado y que ella estaba cansada de pasarse todo el sábado fregoteando la casa, ya son ganas de ponerse el domingo a fregar mi piso mientras la comida termina de hacerse.
Y lo mejor llegó cuando pasé por casa el domingo por la noche para ver cómo iban las obras y aprovechamos para ponernos al día.
—Pues te he fregado el piso, ya que estaba.
—Pero... pero... ¿Por qué? ¿Estaba sucio? Lo fregué ayer—lo primero que pienso en una situación así es "¿Será que no sé fregar? ¿Y si en realidad no está limpio cuando frego? ¿Me está tangando Bosque Verde con su friegasuelos, o es cuestión del giro de muñeca?"
—Oh, no. Es sólo que estaba ahí aburrida, con la comida hecha, y me dije "pues voy a fregarle el piso." Por si no tuviste tiempo de hacerlo el sábado, como saliste a cenar fuera y hoy te lo has pasado también fuera, pues...
Aún tengo mis dudas de que realmente crea que el piso estuviera limpio.
—Bueno, es igual. Aunque sí había tenido tiempo. ¿Ves? Lo que ya no voy a poder hacer es planchar, hoy. A estas horas...
—Si llego a saber que tienes plancha, te la hubiera hecho.
Y al final acabé explicándole dónde tengo la ropa pendiente de planchar.
Madres.
Así que mi madre sigue viniendo a mi casa a cocinar, como es natural. Lo que no es tan normal es lo que hace cuando termina. Imaginad que estáis hasta arriba de limpiar vuestra casa porque con tanta obra parece haberse convertido en un portal al Universo del Polvo y que tenéis que ir a casa de vuestro hijo a cocinar la comida de hoy y de mañana. ¿Qué hacéis una vez termináis?
a) volvéis a vuestra casa, aún en obras pero algo más habitable después de pasar el día anterior limpiando a fondo
b) os sentáis un poco en el sofá a descansar, dormitando opcionalmente ante la televisión
c) barréis y fregáis el piso, aunque se aspiró y fregó el día anterior
Si habéis respondido algo que no sea la tercera, lo estáis haciendo mal.
No es que no agradezca a mi madre su preocupación por la limpieza de mi piso; pero teniendo en cuenta que yo fregué el sábado y que ella estaba cansada de pasarse todo el sábado fregoteando la casa, ya son ganas de ponerse el domingo a fregar mi piso mientras la comida termina de hacerse.
Y lo mejor llegó cuando pasé por casa el domingo por la noche para ver cómo iban las obras y aprovechamos para ponernos al día.
—Pues te he fregado el piso, ya que estaba.
—Pero... pero... ¿Por qué? ¿Estaba sucio? Lo fregué ayer—lo primero que pienso en una situación así es "¿Será que no sé fregar? ¿Y si en realidad no está limpio cuando frego? ¿Me está tangando Bosque Verde con su friegasuelos, o es cuestión del giro de muñeca?"
—Oh, no. Es sólo que estaba ahí aburrida, con la comida hecha, y me dije "pues voy a fregarle el piso." Por si no tuviste tiempo de hacerlo el sábado, como saliste a cenar fuera y hoy te lo has pasado también fuera, pues...
Aún tengo mis dudas de que realmente crea que el piso estuviera limpio.
—Bueno, es igual. Aunque sí había tenido tiempo. ¿Ves? Lo que ya no voy a poder hacer es planchar, hoy. A estas horas...
—Si llego a saber que tienes plancha, te la hubiera hecho.
Y al final acabé explicándole dónde tengo la ropa pendiente de planchar.
Madres.