¿la boca? pistonuda
Mar. 3rd, 2010 11:03 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
sam_bluesky: de vuelta del dentista. ¡Me he graduado de los topes traseros paletiles! Y me han puesto alambres por todos sitios (agrupando de 4 en 4)Enero fue el mes de los packs dentales. Ya sabéis, "a mí me daban dos" y "ahora, danonino gigantes de cuatro en cuatro". Mi dentista decidió que mis dientes eran todos unos separatistas independentistas descaraos y que el pobre arco necesitaba algo de apoyo para poder hacer bien su trabajo, así que sacó la artillería pesada. Alambres.
Que diréis, "vaya mierda de artillería pesada". A lo que yo os responderé: "cerrad la boca o lo sufriréis en vuestras encías".
La dentista retiró el arco gentilmente, dándole un merecido descanso, y sacó su alambre del siete y se puso a tetraencadenar brackets como si le fuera el sueldo en ello. (En parte porque, bueno, le va.) Primero empaquetó los cuatro molares y premolares derechos la mandíbula inferior, luego los izquierdos, y luego hizo lo propio con la mandíbula superior. (Puede que el orden mandibular y/o lateral fuera el inverso. Que de eso hace un mes y la verdad, no presté mucha atención en el orden en que hacíamoslas cosas porque tenía dos manos y un rollo de alambre del siete siendo atornillado a mis dientes. Como comprenderéis, notas no pude tomar.)
Después de apelotonar toda la zona lateral, se retiró un poco, me miró por ambos lados y se quedó pensativa.
—Hmm... —murmuró pensativa.
Dejadme que os diga algo: eso no es bueno.
Quizá porque se le había acabado el alambre (mis dientes son catalanes: independentistas to the max, cada uno por su lado.), quizá porque se le ocurrió una idea más
Pero no gomas normales, de ésas de pollo. Oh, no. Ni tampoco las gomas pequeñitas que me conectan las mandíbulas por la noche. (No, tampoco esas otras gomas ¬¬U Un día me cansaré y os pasaré el Cillit Bang por la neurona.) Algo mucho más espectacular: gomas-pack.
No puedo describirlo con palabras, pero lo voy a intentar. Y lo haré haciendo uso de vuestra imaginación (que me sale más barato). Imaginad si queréis (que queréis, ya os lo digo yo), un pack de seis latas de refresco. (No diré marcas, que no me pagan.)
Normalmente, el pack de latas es de 3x2. Pues imaginad que el pack es de 4x1. Muy bien.
Ahora, en lugar de plastiquillo cutre (pero jodidamente resistente), sustituid el material por el elástico habitual para atar pollos desplumados y vendidos en los mercados de antaño.
Ahora, reducid las dimensiones para que sólo un bracket quepa en cada uno de los aros de goma. Si no sois capaces de recordar la medida de un bracket, pues hacedlo aproximadamente del tamaño de 1/9 de vuestras paletas. Si sois de paletas conejiles, entonces 1/12 o 1/16.
Si os ha quedado en la cabeza algo parecido a esto, entonces creo que no hay esperanzas para vosotros y deberíais sin duda considerar vuestro cerebro a la ciencia cuando hayáis trascendido a un plano superior y dejéis de usar vuestro organismo. Al resto, muy bien, un diez.
Pues eso es lo que me puso para juntarme los brackets de los dientes frontales. Uno para cada mandíbula, claro, porque la gracia está en que pueda abrir la boca para comer y esas cosas mientras dure el tratamiento. Imagina que me quedo a medio camino. ¡Que aún no lo he pagado entero!
Una vez todos los brackets formaban parte de un cuarteto (alambrero o gomista) (*your foursome!ship goes here*) volvió a colocar el arco.
Desde entonces, el concepto "espacio interdental" no tiene cabida en mi boca. ¡Mis dientes son una piña! Lo que no sé es cómo leches la comida sigue colándose entre los brackets y el arco. Porque espacio físico no tiene. Debe ser el espacio astral. Porque imaginario os aseguro que no es; no hay más que verme cepillándoe los dientes después de comer paella. (Sólo apto para gente con aguante.)
Los efectos de semejante agarre fueron inmediatos.
—Auch —dije, cuando intenté cerrar la boca.
Para premiar mis logros (fíjate, amarrarme los dientes era la siguiente etapa. ¡Había pasado de nivel!), la dentista me liberó de los topes que tenía detrás de las paletas. Esos que me impedían cerrar por completo la mandíbula y, por tanto, masticar con normalidad. ¡Graduación! ¡Felicidad! ¡Galletas a mansalva! (Vale, mala idea, me duelen los dientes demasiado con esto recién montado...)
Y con ello me fui a casa, feliz y contento, porque a partir de entonces podría masticar con normalidad y disfrutar de los manjares terrenales.
sam_bluesky: ¡Exclusiva! última moda dental de la temporada primavera-verano 2010: fuera gomas, dentro muelles.Un mes después de ponerme hasta arriba de todo lo que no había podido comer hasta entonces (que es básicamente nada, no nos engañemos. Que uno se acostumbra a todo.) volví a la consulta de mi dentista, feliz y contento.
No sé si el progreso había sido exiguo o es que la dentista tenía ganas de experimentar, quizá un poco de ambos. El caso es que después de un poco de charla (¡por supuesto que hubo rulos! La duda ofende ¬¬U) la dentista me miró la boca y dijo
—Creo que me vas a odiar.
Dejadme que os diga algo (de nuevo): Si vuestro dentista os dice algo parecido, ¡CORRED POR VUESTRA VIDA!
Sin decir nada más, empezó a escupir jerga dentística a la infermera, para que no me enterara de qué me iba a hacer. El auténtico objetivo de todo esto era, como por todos es sabido,
Empezaron a ponerme cosas dentro de la boca, pero no debieron de hacerlo bien porque algo saltó disparado. La dentista, que tiene unos reflejos muy agudos, lo esquivó, y el hierro siguió su curso hasta golpear el foco (ese foco que tienen las sillas de dentista, que te ponen encima para iluminar bien la zona), rebotar en una bandeja y caer al suelo.
Debo admitir que eso me puso un poco nervioso. ¿Qué me estaban poniendo que pudiese salir disparado con semejante energía? ¿Y si al día siguiente mi boca disparaba una barra metálica al que tengo enfrente mientras hablaba? ¿Y si se me disparaba comiendo y me taladraba el paladar? Imaginad la escena en CSI. Hilarante. (Yo, en mi línea: peliculero.)
Veinte minutos de dura instalación después, porque si mi boca no es puñetera no se queda tranquila, la dentista dió por terminada la visita. ¿Que qué me puso? Pues unos muelles que van de las muelas de la mandíbula superior a los incisivos de la mandíbula inferior y... Mirad, como me explico bastante mal y tampoco estáis hoy por la labor de visualizarlo, me he hecho una foto:

¿No he puesto eso de los ojos rojos, verdad?
¡Ahora tengo
Lo que sí sé es que esta semana ha sido muy difícil hacer cualquier cosa con la boca. Incluso dormir. (Yo no me quito la boca para dormir. ¿Vosotros sí? O_o) Los muelles me han pellizcado lengua y mejillas sin compasión, se han interpuesto en el proceso de masticado (son una barrera que me impide pasar la lengua por debajo de los aparatos para sacar comida que se quede por allí. ¿El arroz? Una pesadilla. Cuando me lavo los dientes hay más arroz en el cepillo del que hay en mi estómago), se me han clavado al dormir...
Sin embargo, la parte buena es que ahora succiono con más fuerza. Porque es la única forma de mover comida con esto de por medio. Todo entrenamiento colateral es bueno, ¿verdad?
Y mañana tengo otra visita :D
no subject
Date: 2010-03-05 10:48 am (UTC)¡¡¡Tiene bemoles que seas precisamente tú quien diga eso!!!
XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Sin embargo, la parte buena es que ahora succiono con más fuerza. Porque es la única forma de mover comida con esto de por medio. Todo entrenamiento colateral es bueno, ¿verdad?
*empieza a reirse a carcajada limpia*
*la tos, por supuesto, hace acto de aparición*
*arroja trozos de pulmón por la boca*
*muere entre estertores... de risa*
Por lo demás... he visualizado bastante bien lo de los alambres y las gomas. Pero me es completamente imposible ver los muelles O_o Eso sí, si alguna vez tuviera el dinero necesario para arreglar este desastre dental que me gasto... creo que lo dejaré pasar. Me acojonan demasiado tus descripciones :S
no subject
Date: 2010-03-05 11:22 am (UTC)Los muelles son exactamente iguales al pistón externo que tiene ese Terminator. Empiezan en las muelas de la mandíbula superior y acaban en los incisivos de la mandíbula inferior. Jolgorio cuando masticas, zapateta cuando te lavas los dientes.
(¡Y haces ruidito cuando mueves la boca!)
no subject
Date: 2010-03-07 08:31 am (UTC)