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El lunes tuve una conversación subrealista con uno de mis vecinos.
Para empezar, me picó al timbre, lo cuál es algo inusual, teniendo en cuenta que es uno de los bajos, que en mi bloque los bajos tienen terraza que da a la plaza-parque y que es el único que tiene la puerta siempre abierta para que sus ninios correteen dentro y fuera de forma rápida y silenciosa. Y cuando llamó a mi puerta y le abrí...
Vecino: ¡Hola! Soy J. El vecino de abajo.
Sam: Hola. Tu dirás.
Vecino: Verás... *se frota las manos, nervioso* ¿Había correo hoy en tu buzón?
Sam: *arquea una ceja* Nnnno. Había publicidad de un desarrollador de aluminio.
Concepto que, por cierto, considero delicioso.
Vecino: Ahá... Nada de cartas, ¿no?
Sam: No.
Vecino: ¿Y ayer?
Sam:Ayer era domingo y no repartieron correo. Tampoco.
Vecino: ¿Y no has recibido ningún sobre grande que no era para tí? Así, como un portafolios...
Sam: No. Normalmente, las cartas de mi buzón son para mí; y si al cartero se le traspapela alguna, la dejo en el buzón correcto.
Vecino: Claro, claro. *mira alrededor* Entonces, ¿nada?
Sam: *arquea una ceja* *niega con la cabeza levemente*
Vecino: Vale, gracias. Es que la cartera dice que se equivocó de buzón.
Sam: Ahm. Pues de na--*el vecino se gira y llama a la puerta de al lado*
Y entonces cerré la puerta.
Lo primero que pensé al terminar la conversación es en la imagen que tenía ese hombre de mí, y por extensión todos mis vecinos. ¿Realmente me ven como una persona de esas que recibe una carta que no es suya y se la queda? Quizá piense que hago colección de cartas extraviadas que aterrizan en mi buzón.
Decidí no darle más importancia y volver a mis quehaceres afeitadores. Y entonces recordé algo de la semana pasada.
El martes pasado llegó el primer volúmen de Charmed seson 9 que compré a bookdepository.co.uk hace unas semanas. Que es algo grande, y por tanto iba dentro de un sobre acolchado con burbujas de tamaño folio. Y que me encontré destripado, en mi buzón.
En ese momento lo único que pensé es que los de Correos deberían ser un poco más cuidadosos, porque ya les vale rajarme todo el sobre de esa manera y ni ponerle un celo ni nada. Pero como estaba todo lo que tenía que estar (véase: el cómic y el adhesivo-justificante de compra) acabé suponiendo que la cartera intentó forzar el paquete para que entrara en el buzón y no tenerme que dejar una nota y de tanto forzar la cosa se destripó.
Desde que mi neurona reflotó el envío del cómic de Charmed estoy barajando otra posibilidad. Me pregunto si quien destripó el sobre fue mi vecino.
La parte racional me dice que es improbable, dado que el incidente del sobre destripado fue hace una semana y el hombre estaba buscando hoy el envío. Y si hubiera sido él, algo habría mencionado al respecto.
La parte conspiranoica, sin embargo...
Mejor desviarla con música clásica :D (via @luccaeb.)
Para empezar, me picó al timbre, lo cuál es algo inusual, teniendo en cuenta que es uno de los bajos, que en mi bloque los bajos tienen terraza que da a la plaza-parque y que es el único que tiene la puerta siempre abierta para que sus ninios correteen dentro y fuera de forma rápida y silenciosa. Y cuando llamó a mi puerta y le abrí...
Vecino: ¡Hola! Soy J. El vecino de abajo.
Sam: Hola. Tu dirás.
Vecino: Verás... *se frota las manos, nervioso* ¿Había correo hoy en tu buzón?
Sam: *arquea una ceja* Nnnno. Había publicidad de un desarrollador de aluminio.
Concepto que, por cierto, considero delicioso.
Vecino: Ahá... Nada de cartas, ¿no?
Sam: No.
Vecino: ¿Y ayer?
Sam:
Vecino: ¿Y no has recibido ningún sobre grande que no era para tí? Así, como un portafolios...
Sam: No. Normalmente, las cartas de mi buzón son para mí; y si al cartero se le traspapela alguna, la dejo en el buzón correcto.
Vecino: Claro, claro. *mira alrededor* Entonces, ¿nada?
Sam: *arquea una ceja* *niega con la cabeza levemente*
Vecino: Vale, gracias. Es que la cartera dice que se equivocó de buzón.
Sam: Ahm. Pues de na--*el vecino se gira y llama a la puerta de al lado*
Y entonces cerré la puerta.
Lo primero que pensé al terminar la conversación es en la imagen que tenía ese hombre de mí, y por extensión todos mis vecinos. ¿Realmente me ven como una persona de esas que recibe una carta que no es suya y se la queda? Quizá piense que hago colección de cartas extraviadas que aterrizan en mi buzón.
Decidí no darle más importancia y volver a mis quehaceres afeitadores. Y entonces recordé algo de la semana pasada.
El martes pasado llegó el primer volúmen de Charmed seson 9 que compré a bookdepository.co.uk hace unas semanas. Que es algo grande, y por tanto iba dentro de un sobre acolchado con burbujas de tamaño folio. Y que me encontré destripado, en mi buzón.
En ese momento lo único que pensé es que los de Correos deberían ser un poco más cuidadosos, porque ya les vale rajarme todo el sobre de esa manera y ni ponerle un celo ni nada. Pero como estaba todo lo que tenía que estar (véase: el cómic y el adhesivo-justificante de compra) acabé suponiendo que la cartera intentó forzar el paquete para que entrara en el buzón y no tenerme que dejar una nota y de tanto forzar la cosa se destripó.
Desde que mi neurona reflotó el envío del cómic de Charmed estoy barajando otra posibilidad. Me pregunto si quien destripó el sobre fue mi vecino.
La parte racional me dice que es improbable, dado que el incidente del sobre destripado fue hace una semana y el hombre estaba buscando hoy el envío. Y si hubiera sido él, algo habría mencionado al respecto.
La parte conspiranoica, sin embargo...
Mejor desviarla con música clásica :D (via @luccaeb.)