versionado iterativo
Jan. 27th, 2014 02:08 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
A veces he soñado lo mismo en diferentes ocasiones, y cada vez que lo soñaba era ligeramente diferente. Lo que no recuerdo que me haya pasado hasta ahora es soñar lo mismo tres veces seguidas en la misma noche, y cada vez añadir diferencias.
Decir que ha sido extraño es decir una obviedad. Es un sueño, y es mío, por definición es extraño.
En el primer sueño nos estaban desalojando por parejas de un edificio con carros tirados por pegaso (una persona montando en el pegaso, la otra en el carro. Sin cinturón. Dejadme que os diga, que me ha tocado ir en el carro, que cuando el que monta al pegaso no te da tiempo ni a asegurarte las gafas te pones de los nervios. Y cuando el pegaso se despeña por el bosque porque no acaba de volar y ves que llega a un precipicio... Emocionante salida, sin duda), y en general el resto ha sido uno de mis tradicionales sueños-huída, donde estamos escapando de algo o de alguien sin saber bien bien el qué y vamos por bosques y zonas derruídas.
En el segundo sueño, la primera revisión, la cosa ha sido más divertida, porque se han cruzado mutantes de por medio.
El tercero y último, la segunda revisión, ha sido más estresante, porque esta vez sí que conocíamos a quien nos pisaba los talones. De hecho, ha sido el único que ha incluído la escena donde se presenta y empieza la huída.
Hilarante la aparición del groovitron de Ratchet y Clank para hacer bailar a la malísima y darnos la oportunidad para huir. Igual de hilarante la huída a través de los pasillos de un supermercado gigantesco (imaginad un Tesco o un Mercadona con pasillos estrechos y lleno de gente, hasta los topes) donde a veces había leones o velociraptores. Pero todo ha valido la pena porque volar cual Bala de Cañón mola mil.
Eso sí, no ha sido tan hilarante tener el corazón desbocado al despertarme. En el momento en que he despertado no estaba precisamente estresado dentro del sueño, así que tener el corazón latiendo a mil por hora como si estuviera a punto de explotar me ha dado un poco de cosa.
Decir que ha sido extraño es decir una obviedad. Es un sueño, y es mío, por definición es extraño.
En el primer sueño nos estaban desalojando por parejas de un edificio con carros tirados por pegaso (una persona montando en el pegaso, la otra en el carro. Sin cinturón. Dejadme que os diga, que me ha tocado ir en el carro, que cuando el que monta al pegaso no te da tiempo ni a asegurarte las gafas te pones de los nervios. Y cuando el pegaso se despeña por el bosque porque no acaba de volar y ves que llega a un precipicio... Emocionante salida, sin duda), y en general el resto ha sido uno de mis tradicionales sueños-huída, donde estamos escapando de algo o de alguien sin saber bien bien el qué y vamos por bosques y zonas derruídas.
En el segundo sueño, la primera revisión, la cosa ha sido más divertida, porque se han cruzado mutantes de por medio.
El tercero y último, la segunda revisión, ha sido más estresante, porque esta vez sí que conocíamos a quien nos pisaba los talones. De hecho, ha sido el único que ha incluído la escena donde se presenta y empieza la huída.
Hilarante la aparición del groovitron de Ratchet y Clank para hacer bailar a la malísima y darnos la oportunidad para huir. Igual de hilarante la huída a través de los pasillos de un supermercado gigantesco (imaginad un Tesco o un Mercadona con pasillos estrechos y lleno de gente, hasta los topes) donde a veces había leones o velociraptores. Pero todo ha valido la pena porque volar cual Bala de Cañón mola mil.
Eso sí, no ha sido tan hilarante tener el corazón desbocado al despertarme. En el momento en que he despertado no estaba precisamente estresado dentro del sueño, así que tener el corazón latiendo a mil por hora como si estuviera a punto de explotar me ha dado un poco de cosa.